Noviembre 1/13
LAS METAS DEL VEDANTISMO PARA EL CAMINANTE
Los Vedantistas hablan de cuatro metas a seguir en la vida
del caminante. Dos de estas son compartidas con otros reinos de la naturaleza.
1.
Seguridad: la compartimos con el reino animal.
La buscamos en el entorno, en el ambiente. En el reino animal la seguridad es
automática. Por ej: las ardillas buscan bellotas, las abejas buscan miel y
forman un panal, los castores construyen diques. Son actividades para las
cuales ellos no piensan, simplemente las realizan. En el hombre este proceso no
es automático. El hombre, tenga lo que tenga, siempre quiere más. Nunca se
siente suficientemente seguro. Una necesidad insatisfecha hace surgir una
necesidad posterior. Debemos diferenciar en el sendero de despertar de la
conciencia las necesidades reales (hambre, sed, asegurar alimento) y las
artificiales (lujos, excesos).
2.
Placer: es la satisfacción que obtenemos a
través de los sentidos de percepción, es decir por excitación de los
sentidos y los contenidos que le damos a
la mente de esa percepción. El placer hace que surja el deseo que no es otra
cosa que placer imaginado, necesidad de que en el futuro algo que me genera
satisfacción se cumpla. En los animales es automático. En nosotros, se extiende
más allá de la necesidad de calor, nutrición, protección cuando estamos
pequeños y puede llegar hasta la sensualidad y luego a la lujuria, que es el
deseo exagerado de placer por hiperexcitación de todos los cuerpos. Es innato
en los animales y algunos en los hombres, pero se pueden volver más
complejos y terminar en el deseo de
poseer, controlar, dominar.
3.
Etica: Es el conjunto de valores que regulan
nuestras acciones. Determinan lo correcto y lo incorrecto. Puede ser:
a.
Social: implica compartir con los demás, formar
comunidades, tener normas de comportamiento en la calle y en todos los grupos
de la sociedad. Determina hasta dónde nuestros deseos pueden llegar sin
molestar a otros, limita la satisfacción de necesidades y el placer.
b.
Religiosa: Regula las sensaciones y pensamientos
e introduce lineamientos de sentir, pensar y actuar.
Al ir avanzando en el sendero, se
vuelve cada vez más importante la meta de la ética. La ética nos diferencia de
los animales. Si no hay ética estamos más cerca del reino animal. Debe ser
regulada para no llevar a separatismos ni a fanatismos. Cada persona tiene sus
códigos de comportamiento, la ética da ideas de derechos y deberes de acuerdo a
la cosmovisión de cada uno, tiene sus creencias. Construye un mundo interno
donde ciertas acciones, sensaciones y pensamientos son correctos. La ética es
relativa a las creencias del mundo que cada individuo alumbra a través de la
percepción sensorial. A través de los
sentidos creamos un mundo, una visión y estamos convencidos de que el mundo que
alumbramos es la realidad. Algunos sistemas crean éticas masivas, de nación, de
grupos que hablan de lo correcto y lo incorrecto y nos llevan a dar juicios de
valor acerca de todo lo que está fuera de nosotros, diciendo quien hace lo
correcto y lo incorrecto. Pero lo que está fuera de nosotros es relativo.
Debemos vigilar por la seguridad en forma moderada
decidiendo que es lo realmente necesario para nuestras vidas. El deseo no debe
ser evitado, hace parte de nuestra naturaleza. Debe ser regulado para eliminar
el apasionamiento. Uno puede imaginar, desear, sin apasionamiento, sin apego.
El desapasionamiento necesita algo más allá que simplemente vigilar las
emociones. El apasionamiento genera sufrimiento. Tener más necesidades de las
reales significa que tenemos afán de ser algo más en el mundo, lo cual es una
trampa del ego.
La intensidad del deseo por la imaginación de un placer
futuro o la añoranza de un placer vivido, genera sufrimiento al comparar lo que
ha pasado con lo actual y encasillarlo de acuerdo a lo que creemos que es
bueno, malo, correcto o incorrecto.
Cada individuo de acuerdo a su experiencia, dada por la
enseñanza adquirida en su familia o a través de la religión o la cultura tiene
un código de ética fuertemente establecido. El código crea deseos y aversiones
que nos impelen a querer atraer ciertas cosas y alejarnos o rechazar otras, de
acuerdo a lo que nuestro código dice que es bueno o malo.
El código interno modera nuestras acciones. Está basado en
condicionamientos.
En el Universo todo trabaja con un propósito. Está
organizado con geometría sagrada. La Sabiduria Universal lo rige.
El apasionamiento por deseos y aversiones generan apegos y
separatismos. Los apegos a cosas, personas, ideas y deseos generan sufrimiento.
Por lo tanto, de acuerdo a la intensidad del sufrimiento que aparece en nuestra
vida diaria podemos medir que tan fuerte son nuestros apegos, que tan estricto
y rígido es nuestro código y que tan condicionados estamos.
El código de ética cambia, porque las ideas normalmente
cambian en el ser humano. Las creencias cambian por nuestra experiencia, a
partir de nuestras vivencias. De acuerdo a lo que vivo, afirmo lo que es verdad
o lo que no lo es.Al cambiar la forma de ver el mundo y debido a la
experiencia creo conflictos con mi código de ética que es mi código interno.Genero enojo con la ética porque lo que sucede en el mundo
interno, el pensamiento y la acción no empatan con el código de ética. Genero
culpa por violar el código. Ira porque el código nos genera sufrimiento o
porque necesitamos redimirnos, salvarnos de algo. Emprender el camino
espiritual para salvarnos no es correcto
porque lo que queremos es satisfacer el deseo de salvarnos. Si queremos algo
que nos salve, sentimos que estamos fuera del orden natural, estamos en el
pecado, el cual como concepto se encuentra fuertemente grabado en el
inconsciente colectivo. Esto nos dice
que necesitamos ingresar a un plan de salvación, para satisfacer el deseo de no
sentirnos culpables y quedamos atrapados en el mundo de la satisfacción de los
deseos que genera el Samsara.El caminante está en el Samsara si busca una seguridad más
allá de la necesidad real. Los eventos se precipitan en nuestra vida, generados
por nuestros propios deseos. Son fuerzas
que nos encadenan al mundo. La necesidad de satisfacción nos hace volver una y
otra vez.
4.
Liberación (Moksha)
Liberarme
no es romper el código, no tener código y hacer lo que yo quiera o tener
el poder terrenal o mágico que me haga tener el control. Estas son trampas del
ego y nos llevan a encontrarnos más bien con el libertinaje y la opresión. Por
eso en el camino espiritual aprender magia
es riesgoso, ya que genera la tentación de poder, de satisfacer los
propios deseos.
La liberación indica que el individuo ha de
hacer algo a través de la observación de su código de conducta. Debe ir a lo
profundo del Ser y observar qué busca su código de ética. Debe ir a buscar
quién es el que busca, quién o qué soy Yo y por qué estoy en la encarnación.
Esto lleva a replantear la seguridad, el placer y la ética.
Se busca la libertad a través de tres
caminos:
a.
Disciplina: Existen muchos sistemas de
disciplina, a través de las comidas, el ejercicio, la meditación, etc… Era el
objetivo de muchos ashrams, mantener un régimen disciplinado estricto. La
disciplina NO es lo principal en el sendero. Por sí misma, no lleva al
conocimiento del Ser o la liberación. La disciplina en relación con la
liberación viene a ser como lo es una sartén en el proceso de cocción de un
alimento. La sartén sirve para cocinar, pero no es lo esencial, lo esencial es
el calor. La sartén puede estar o no, la puedo remplazar o prescindir de ella,
pero lo trascendental para la cocción es el calor. Al igual, la disciplina es algo
secundario. Ayuda a la liberación, pero la liberación puede lograrse sin
disciplina. Por ejemplo, con las disciplinas del Yoga (camino a la liberación),
la mente se centra en encontrar el proceso, pero la disciplina como tal no
lleva a moksha. Cualquier disciplina de cuerpo, emociones o mente, no lleva a
moksha.
Hemos de tener cuidado en no quedar atrapados en las disciplinas. En el
mundo moderno vemos muchos “esotéricos” pero pocos realizando en realidad, un
trabajo espiritual interno. Podemos pasarnos la vida eligiendo entre los
sartenes, y olvidándonos del fuego que es el conocimiento real del ser.
La disciplina no debe convertirse en una obsesión. Se puede prescindir de
ella o cambiar de disciplina muchas veces. Debemos tener moderación en cuanto a
la disciplina. Todo en el Universo tiende a la polaridad, por lo tanto debemos
buscar el punto medio, el punto de equilibrio, aquel que no nos lleva a los
extremos de oscilación.
La disciplina sirve, pero no es el objetivo del proceso. El fin de la
disciplina es reforzar la autoestima. Hacerte ver que tu eres capaz. Sin
embargo, debe tenerse cuidado, ya que puedo caer en la trampa del ego de querer
demostrarme a mi o a los demás que soy capaz, simplemente para creerme más que
los demás.
b.
Devoción: Sankara tenía 4 discípulos, 3 de ellos
de mente brillante, 1 de ellos no tanto, era el encargado de la cocina, pero
era muy devoto de su Maestro porque era consciente que su Maestro era
encarnación de Shiva, la divinidad. Un día, Sankara les iba a realizar una instrucción
y faltaba el de la cocina. Los otros afanaban al Maestro para empezar, alegando
que aquel igual no podría entender nada claramente. El Maestro le esperó. Al
llegar venia cantando versos sagrados de gran profundidad, en una forma
sublime, todos se conmovieron por su canto y la profundidad que alcanzó a tocar
el alma de todos los que estaban allí.
Si la devoción no es trastocada, y no lleva a separatismo ni fanatismo;
es libre y respeta todos los acercamientos al sendero, te lleva a la
iluminación.
La devoción recuerda al intelecto que la Divinidad es quien todo lo
controla.
Cuando repetimos el mantra OM, debemos tener conciencia que está formado
por tres letras A U M y que invocamos todo lo creado, su contenido y lo que
está detrás de lo creado. Aum es Ishvara. Es el Ser Creador. Es el todo.
Hacemos un reconocimiento perfecto del orden universal de todo lo creado y
entendemos el Yo soy. Yo soy todo lo creado, el contenido de la creación y lo
que genera la creación.
La devoción recuerda al intelecto que somos el contenido del Universo y
quien genera todo que es el Ser absoluto.
La devoción va surgiendo en el Ser. No es como una disciplina que puede
ser impuesta. No es una meta a alcanzar. Surge al identificarse con la
totalidad, con la Unidad del Ser Absoluto.
Debemos recordar siempre que la meta no es lo importante, lo importante
es el proceso. La meta sólo sirve para fijarnos un objetivo a conseguir, el
cual siempre está más allá. Caminamos hacia el horizonte, pero por más que
caminemos, el horizonte sigue estando más allá. Lo importante es caminar.
c.
Conocimiento:
Constituye el Sadhana del autoconocimiento. El conocimiento real, puro ,
que está más allá del pensamiento ordinario es el que más ayuda a generar
liberación.
Los Vedas tienen dos partes. La primera enseña acerca de seguridad,
placer y ética. La segunda pretende mostrarnos el camino del autoconocimiento,
el cual está dado por los Upanishads, de los cuales se habla que hay 10
principales que fueron los que el maestro Samkara comentó. Upanishad significa
autoconocimiento. Vedanta significa final de los Vedas. Upanishad en la Vedanta
es el autoconocimiento escrito en la ultima parte de los Vedas.
En el autoconocimiento se necesita discernimiento, el cual está más allá
de la caverna del intelecto. La puerta de dicha caverna es el pensamiento
ordinario que se basa en la visión del mundo a través de la percepción
sensorial. En la mitad de la caverna esta la mente intuitiva o abstracta, el
nivel Budhi, que está más allá del raciocinio y la lógica. En lo profundo de la
caverna, se encuentra el discernimiento real y profundo. Por esto es importante
entrar a la profundidad de nuestra mente. El discernimiento nos lleva a la
percepción de la realidad, a distinguir lo real, lo ilusorio, la luz y la
oscuridad.
Como dice el cantico : Nos lleva de la irrealidad a la realidad, de la
muerte a la inmortalidad, de la oscuridad a la luz.
Debemos ir a la profundidad para discernir lo real de lo sobreimpuesto,
lo importante de lo que no lo es. La mente está llena de superposiciones que se
construyen cuando exagero el valor de algo. Los seres humanos damos a todas las
cosas un valor afianzado en el condicionamiento, el aprendizaje, la
experiencia, el juzgamiento. Según el valor que damos a las cosas, generamos
apasionamiento. Estamos apasionados con algo cuando nos apegamos a ese algo.
Esta es una trampa que nos impide caminar por el sendero. Cuando decimos, si
ese algo se fuera de mi vida en mi quedaría un gran vacío, no podría vivir, el
mundo se me va a acabar (ya sea ese algo una cosa, una persona, un
conocimiento, una situación, una estructura), estamos apegados.
El antiguo sentido del Ashram no era construir un lugar ideal apartado
del mundo y sus tentaciones. Era desapasionarse y desapegarse. El
renunciante (Saintjisingh), era alejado
de lo que había sido su vida, de su familia, se le quitaba el pelo (renunciar a
lo físico), se cambiaba su figura, su vestido, renunciaba a todo, sólo se le
daba un cuenco. Con el cual salía del Ashram a pedir comida. Dentro del Ashram
solamente se hacían preguntas al Maestro.
Cuentan que Sankara cuando era adolescente, salió a mendigar su alimento.
El nació como iniciado. Encontró un primer maestro quien le dijo que no tenía
nada para enseñarle. Luego un Maestro más elevado lo preparó. Un día fue a
conseguir su alimento, alguien le hizo seguir, le dio comida y lo atendió.
Sankara cantó con tal devoción que dicen que cayó una lluvia de monedas de oro,
que hizo que aquella familia aún hoy en día sea una de las más ricas de la
India. El episodio es conocido como la canción de la lluvia de oro. En otra
ocasión con su canto contuvo todas las crecientes de los ríos. El organizó la
filosofía Vedica, la ética de la práctica en la búsqueda de la realización, la
cual ha sido seguida por otros grandes maestros como Vivekananda, Paramahamsa
Yogananda y Sri Yukteswar.
LIBRO RECOMENDADO: La joya del discernimiento y el Athmabodha , escritos
por Sankara.
El
conocimiento es la piedra fundamental de la liberación. Se puede llegar desde
diferentes acercamientos, la Kabbalah habla del despertar del punto en el
corazón y que un requerimiento para conocer es haber agotado el caudal de sus
deseos. El Sufi es un ser preparado, ha cumplido y desarrollado la humildad y
la obediencia, entra al sendero por un toque en su corazón, (conocimiento y
devoción) basado en conocimiento de lo real a través de la introspección.
En nuestras vidas es importante analizar las cuatro metas
del caminante en el sendero y las llamadas alas (desapasionamiento y
discernimiento).Para discernir debemos observar nuestras superposiciones en
relación con los valores reales de las cosas.
Revisemos primero la seguridad: Miremos que tan lejos han
ido los deseos adicionales a lo necesario para la supervivencia. En el vientre
de su madre un bebé se siente absolutamente seguro. Al nacer, si le preguntamos
al niño cuál es su necesidad nos respondería: sobrevivir. Eso es lo
fundamental. Cuánto tiempo? No hay que tener ese deseo. Lo que sea necesario.
Deberíamos tener suficiente para comer, un lugar para dormir, un vestido para
cobijarme acorde al lugar de la tierra en que habito. El bebé no se preocupa
por el mañana porque tiene confianza absoluta en su madre. Da por supuesto que
cubrirá con sus necesidades y sobrevive. Algo superior lo sostiene. Con el
tiempo la inseguridad de los padres se instala en los niños. Esa inseguridad se
da porque hemos perdido la confianza en la Divina Providencia.
Venimos a la encarnación atrapados por el Samsara,
precipitados por nuestras fuerzas y deseos. Atraemos aquello que pusimos en
nuestra mente. Si la encarnación se permite, se sustentará a si misma. Siempre
la vida se sostendrá hasta que llegue al punto en que el individuo está
programado para vivir esa vida.
Seguridad es confiar en la Divina Providencia que por si
misma se sustenta.
Debemos mirar cuantas necesidades hemos creado. Reevaluemos
las carencias. Sobrevivimos con muchas carencias. Ahora no podemos vivir sin
celular, sin computador, sin carro….pero antes de que fueran inventados, igual
sobrevivíamos
NO HEMOS DE TEMER POR NUESTRA SEGURIDAD
Miremos el territorio que deseamos establecer. Si es más
grande de lo necesario se volverá en nuestra contra o aparecerán enemigos que
quieren avasallarnos. Miremos que sea suficiente y que me baste con eso.
“Busca el Reino de Dios y su Justicia y lo demás te será
dado por añadidura” dijo Cristo. Pero cuidado, la añadidura nos la darán si
estamos en el Reino de Dios.
Debemos desterrar el miedo a morir, ser agredido,
violentado, robado, asesinado. Si ha de pasar algo de esto, el día que ha de
suceder todo será atraído por el Samsara y por la programación de la Inteligencia
Divina Universal.
Vivamos en serenidad. La naturaleza nos cuidará hasta que
nos deba cuidar. Debemos vivir afianzados en que el TODO nos sostiene.
Mi supervivencia no depende de mi trabajo, ni de mi pensión.
Hemos sobrevalorado el dinero. El dinero se volvió importante cuando le dimos
la función de adquirir cosas (comprar), pero en realidad es sólo un papel. La
abundancia es un rio. Si lo que llega a mí, lo hago fluir, la corriente
continúa. Si lo detengo, va a inundar y
destruir mi casa. Si corto la fuente de abundancia por temor a la carencia,
tapo la entrada del río y lo que me queda es un charco con agua que se pudre
fácilmente.
Entonces debemos confiar y ser fluídos. Tengamos confianza
en el TODO que me sostiene, seguridad de ser sostenido por la creación como
cualquier cosa en el contenido del todo.
Examinemos ahora el placer. Para esto debemos examinar
nuestros deseos. Cuando hablamos de la ausencia de deseos, debemos buscar es un
equilibrio, un control, pero no se trata de hacer supresión de los deseos.
Debemos entender cuáles son las necesidades reales y las ficticias. Debemos
llegar a alcanzar la confianza perfecta de que toda necesidad real es suplida
por el universo. Las necesidades ficticias no
necesitan ser satisfechas. Llevan a apasionamiento, apego, nos atrapa la
mente y corren el velo astral que limita el discernimiento profundo.
Debemos revisar el apasionamiento por las cosas que queremos
que sucedan. Miremos que tan larga es la lista de deseos y aversiones. Ella nos
dirá que tan grandes son nuestros apegos, sobre todo si tenemos mucha
polarización.
Actuemos como el testigo universal silencioso de lo que
ocurre. Como Ishvara, el Creador, el Arquitecto del Sistema Solar….a El nada le
incomoda…. En El todo está. Aprendamos a mantener el silencio a pesar de nuestro
pensamiento. Mantengámonos observando todo el tiempo. Recordemos todo el tiempo
que el ego, el personaje que creemos ser, es algo virtual. La realidad es que
somos la totalidad. La Divina Conciencia Universal con toda su potencialidad.
Es necesario que no coloquemos velos
para permitir que la luz entre. La luz siempre ha estado, es el velo
astral que nosotros construimos el que impide el paso de la luz. Descorramos el
velo astral todo el tiempo.
Trabajemos en ser cada vez más adaptables, dejemos de ser
tan psicorígidos. Si en alguna ocasión algo está por fuera de lo que usualmente
nos gusta, por ejemplo comida, pensemos, un día puede pasar esto, puedo comer
esto….. y no pasa nada. Me gusta el colchón para dormir pero si hoy me toca en
el piso pues no pasa nada. Seamos tolerantes. Tengamos cuidado con la crítica
hacia afuera y lo poco observadores hacia adentro.
Usualmente pasamos nuestro tiempo buscando comparar todo lo
que pasa con los archivos de la memoria. Percatemonos de la acción de la mente.
Veamosla en su accionar sin reprimirla. Miremos adicciones, aversiones y
deseos. Todo lo reprimido sale como enfermedad. Pillemos a la mente en la
acción de comparar con nuestro listado de aversiones y simpatías, comparar con
lo que está fuera de mi código que ética, que no tiene que ver con la realidad
y que genera condicionamiento, generando el velo mental, el cual está
organizado en la dualidad, viajando entre dos polos en forma permanente. Este
velo, no me permite traspasar para llegar al discernimiento.
Que tal si cojo todo lo “bueno” y lo “malo” y lo echo en el
mismo costal? Simplemente ES. Es necesario según la inteligencia poderosa del
universo en este momento correcto y perfecto y en este lugar. Es necesario par
aun fin trascendente, encontrar el sendero o la percepción de la totalidad. El
tiempo es una ilusión virtual de nuestra mente. En la mente divina lo que
existe es la Eternidad. No hay límite.
Es la infinitud. Cuando la mente va al discernimiento comprende.. es
consciente de su identidad en la
presencia de la Conciencia Universal, en esta estructura y en la Conciencia
Universal. Entiende que a pesar del mi , del ego, el Universo sigue
siendo. Dejamos de pensar que en el
mundo las cosas pasan cuando las deseo. A veces nuestra mente se sintoniza con
la realidad verdadera que se precipita. Y entonces siento que lo que deseé,
ocurrió. Lo que ha ocurrido es que hemos descorrido un poco el velo y la luz ha
entrado. Crees que el Yo, el ego, precipita la realidad porque la piensa y la
desea, pero todo en realidad, todo lo que existe , y lo que va a suceder,
simplemente es y ya está, ha estado siempre en el Eterno Presente, hace parte
del plan de la divinidad. Es la mente divina la que precipita los eventos.
Aprendamos a disolver el Yo (ego) en el solvente universal
que es la Conciencia Infinita. Nosotros somos precipitaciones, coagulaciones,
cristalizaciones. Al agitar la gran sopa en que estamos todos, nos disolvemos
en el solvente universal que es la divinidad.
Debemos observar sin reaccionar frente a lo que ocurre.
Cuando entramos conscientemente al sendero, se nos exacerba nuestra
sensibilidad para que podamos ver nuestra sombra. No trates de destruir tu
sombra. Es necesaria para que exista la luz. Sólo mirala.
No le exijas al Universo que te brinde todo lo que
necesitas. Sé un sembrador de semillas. La tierra de Dios definirá cuales
nacen. Dios define qué es lo que se va a precipitar en la encarnación.
Hagamos el ejercicio de desidentificación del Yo e identificación del Ser, con la totalidad.
Cuando un Maestro dice “Yo soy Dios”, está en identificación
plena con el Ser Total. Está diciendo en realidad “Soy la Conciencia Infinita
que se expresa a través de todo cuanto existe”.
Libros recomendados
Tony Parsons “Nadie deviene iluminado”
“Tu eres Eso” .
Estamos acostumbrados a sobrevalorar las cosas. Cada cosa
tiene un valor real en la encarnación. Damos valor adicional a las cosas de
acuerdo a nuestras creencias, cultura, familia o deseos. Cada vez que algo nos
hace sentir vacíos y que no podemos vivir sin eso, debemos observar a esa cosa,
persona, conocimiento o evento para mirar porque le hemos dado ese valor. Si ese valor me da
seguridad, me debo preguntar, cómo llegue a darle tal valor, cómo construí ese
superpuesto sobre el valor real de algo. Este es un proceso que no es fácil.
Nadie ha dicho que sea fácil. Es importante no mirar desde el juzgamiento.En el purgatorio deben escucharse carcajadas cuando
finalmente nos damos cuenta y miramos condicionamiento, superposiciones,
bloqueos.
Debemos hacer inventario de nuestros inventarios. Hazte más
tranquilo, sereno, laxo. Si puedes elegir sin incomodar hazlo, si no puedes
elegir, entonces acomódate. El apego produce ceguera. En un bosque existen
muchos árboles, crecen uno al lado del otro, a veces se enredan raíces y ramas
pero igual siguen viviendo, todos buscan la luz. Es importante observar
profundamente deseos, anhelos, sufrimientos, apasionamientos, apegos. Miremos
que tan aferrados estamos a las cosas. Si estoy sereno puedo pasar por
indiferente pero en realidad no lo soy. Estoy observando. El discipulado es
siempre estar observando el proceso del pensamiento.
El conocimiento no se da por absorción de la mente. La
verdad no puede estar completamente escrita en ningún texto ni siquiera en los
sagrados. Cada libro es la faceta de un cristal que me revela la manera de ver
la luz. Son instrumentos de disciplina.El conocimiento es algo adentro, surge, está muy adentro,
más allá de la estructura. Es innato en mí, está dentro del ser.
En la existencia absoluta, encontramos la existencia que es
el Ser, el conocimiento que es la omnisciencia y el Gozo absoluto que es dicha,
plenitud porque Dios está completo, nada le falta). Si logro alcanzar esa
identidad completa y descorro los velos
encuentro el conocimiento verdadero. Debo confiar que ahí está. Esa confianza
es el camino de la fé.La fé es ver que algo es posible por encima de todo lo
imposible. Tengo una base real que lo sustenta.
SOY EL CONOCIMIENTO ABSOLUTO DE LA DIVINIDAD Y ALGUNA PARTE
DE EL PUEDE FLUIR HACIA MI CEREBRO. Lo único que necesito para lograrlo es la
confianza perfecta.
El conocimiento no se elabora, ya está. Sólo hay que
conectar el cable. El cable es la Fé.
Si necesitas un Maestro y estás listo, el Maestro es como un
diapasón, que vibra con una nota específica. Cuando está vibrando, todos los
diapasones que tengan la misma nota, comenzarán a vibrar por resonancia. El
Maestro hace resonar el conocimiento que hay en mí, el conocimiento interior y
ese conocimiento empieza a fluir. Si me agarro de la letra muerta no permito
que el conocimiento vibre. Hay que dejar que la campana resuene y Yo he de
permitirme esa conexión.
No basta leer hay que estudiar. Debemos tener disciplina,
estudio y devoción. El estudio debe ser , profundo, no debe leerse una sola
línea o una sola cosa, deben leerse temas difíciles que estimulen a la mente.
Debe existir ritmo y regularidad en el estudio. Hay que mantener la capacidad
de ser sorprendido, confiar que mi mente puede ir más allá. Si aún al intentar
leer un texto difícil, no lo entiendes quiere decir que no estas resonando,
puede ser que el diapasón est{e todavía encerrado en su caja. Para sacarlo de la caja, hay que quitar
el apasionamiento y la rigidez del código.
El Maestro NO nos enseña con apariciones mágicas. “El que
quiera ver magia y milagros, mejor vaya a un circo”, han dicho algunos de
ellos. El Maestro nos pone en el camino el libro exacto, las palabras de
alguien, una mirada, una mano que se extiende. El Maestro es la naturaleza
misma del Ser Esencial que se autorregula, se autocorrige, se observa. Así
sucede desde una célula, es igual en la Creación, es igual en Dios. El milagro
de la maestría, el aprendizaje se ve si estamos atentos, si la mente hace
silencio a pesar de nuestros pensamientos. Estamos muy aferrados a que Yo soy
el cuerpo y le damos mucha importancia. Debemos examinar en el cuerpo el código
de deseos y aversiones. Si una catástrofe acabara gran parte de la civilización
o tuviéramos que enfrentar una guerra, necesitaré pocas cosas para el cuerpo
para sobrevivir. Revisemos en dónde y cuándo cree la necesidad de que no puedo
vivir sin un vestido bonito o ciertas comidas especiales. Perdemos la
adaptabilidad.
Los órganos de los sentidos son sistemas de alarma para
permitir la supervivencia, captan vibraciones, de manera que lo que veo no es,
yo hago una construcción en mi mente. En cuanto más me acostumbro a la
oscuridad de la caverna, más se dilatan las pupilas. Puedo ver a través del
silencio del pensamiento.
El conocimiento está primero en libros. No te esfuerces en
buscarlos. Llegará el que necesitas. Luego aparece a través de la meditación,
la cual es fundamental.
Observemos la meditación a través de las 4 metas.
En cuanto a disciplina, no es necesario un momento, una
postura ni un lugar. Debemos llegar a meditar en cualquier instante, en el
eterno presente. La devoción no es algo que sea absolutamente necesario. Es
importante no enfocarse en el resultado sino en el proceso. Está más allá del
pensamiento ordinario que es imaginación. Debo primero que todo observar mi
mente mariposa, luego realizar una conversación íntima, luego aprender a
callar. (dia-logo significa habar dos). Al establecer un diálogo si hablamos
dos comunico, y al hablar resueno con una idea y el dialogo se hace
constructivo. Y el dialogo se establece en la mente. Ojo con la comparación, el
estar pendiente en el diálogo a comparar con mi pasado y decir eso ya lo viví.
Estar convencido que no quiero hablar con mi pasado sino escuchar. Entonces el
pensamiento se silencia, el Ser Interno escucha y el Ser Interno responde. Uno
cree que lo que hay en su mente es lo que le dio la percepción sensorial. Hay
que confiar en que hay algo más y que el conocimiento verdadero y profundo está
más allá de esa percepción sensorial. En el primer día de la concepción no
existía ningún sentido. A la tercera semana aparece un primordio de cerebro…. Y
sin embargo, desde el día uno existe allí un proceso inteligente que no tiene
que ver con el cerebro. EL CEREBRO DEBE ESTAR AL SERVICIO DEL SER QUE CONOCE Y
NO DEL EGO, LA MEMORIA NI LA IMAGINACION. Si lo usamos descubrimos su real
potencialidad. La inteligencia construyó al cerebro y no al contrario.
Debemos hacer devoción previo a la meditación. En un espacio
y momento sagrado cada uno según su preferencia. Pueden orar a Cristo, Buda o
si son ateos piensen en la conciencia universal, que maneja las leyes perfectas
de la geometría y la matemática, el orden natural implicado.
Hay que estar centrado en observar todo lo que pasa. Mirar
si sólo es la mente la que genera interferencias o si hay sensaciones emocionales y corporales. El
cuerpo quiere lo suyo. No le importa el proceso trascendente porque el ego
tiene el control. El cuerpo busca satisfacción placentera. Las emociones buscan
protagonismo. A la mente le encanta fantasear.
Es importante observar el ego con sus necesidades. El ego va
a estar ahí hasta que me desidentifique y se descubra el Yo soy que se descubre
a sí mismo porque no es el ego diciendo Yo soy.
La visión trascendente de la vida en la mente es lo único
que elimina el sufrimiento el cual es el resultado del Parabda Karma de
acciones anteriores. Cuando observo, comprendo, tengo concentración perfecta,
autoconocimiento de la observación, medito..el conocimiento del Yo soy, del
Ser, de la Totalidad hace que muera el
deseo y se elimina el Karma. En ausencia de deseo el conocimiento fluye. La
recta conducta sin código despierta el amor en mí.
Así como hay un nivel superior de la mente al cual debo acceder, también hay un nivel superior
del sentimiento, del amor. En el nivel inferior encontramos todas las emociones
y sensaciones. Al nivel superior accedo a través de Bhakti, la devoción.
Entonces el sufrimiento es descartado del drama de la vida. Si hay sufrimiento
estamos todavía en las emociones, pasiones y sentimientos. En el astral bajo la
ley que rige es la repulsión que genera conflictos con otros y consigo mismo.
En el nivel alto del astral rige la ley de la atracción que genera simpatía,
armonía, bienestar, gozo, serenidad. Por lo tanto debemos alcanzar el nivel de
profundidad tanto en el sentimiento como en el pensamiento.
LA DEVOCION Y LA CONCENTRACION NOS LLEVAN A LA PUERTA DE LA
INICIACION.
Al depurar el proceso de meditación individual, podemos
intentar hacer ejercicios de meditación grupales. Antes no se debe hacer , es
peligroso, hay diferentes resonancias.
Trabajemos la paciencia.
El Maestro no se equivoca cuando llama a alguien. El Universo no se equivoca.
Independiente del agotamiento del Karma no cedamos en
nuestro esfuerzo de hacer un trabajo espiritual serio.
Es más importante saber quién o qué soy Yo, que cualquier
otra cosa.
Alipur Karim.
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